lunes, 27 de abril de 2015

Los bebés deberían dormir en la cama de mamá al menos hasta los tres años

No sólo porque es tan tan práctico... 

Elora tiene dos años y no sé lo que es pasar una mala noche. Alguna vez quizás, cuando está malita pero salvo eso, su padre y yo hemos dormido dos años casi sin problemas: nada de llantos, nada de gritos, nada de levantarse zombi e ir a otra habitación, nada a acunar bebé mientras te caes de sueño...

Además, yo tengo una increíble ventaja: me duermo de pie, con lo cual sé que Elora por la noche pide pecho, pero no sé ni cuantas veces ni lo que tarda ni nada... yo se lo doy medio dormida y sigo mi sueño sin problema. De bebita bebita sé que se despertaba cada menos tiempo, además, aún no había perfeccionado mi técnica y me pasaba yo de un lado a otro de la cama, jeje, ahora, durmiendo siempre hacia ella, la doy una u otra teta según ella decida, porque ahora es ella la que quiere una u otra, jeje

Pero sobre todo es por lo que siempre digo: a ti te gusta dormir con tu pareja? pues claro, es un gustito, es amoroso, es cándido, en cucharita, abrazados, tocándoos... pues, cómo no hacer lo mismo con un hijo?? Pero si es lo que pide el cuerpo!! No hay nada más bonito que dormir con tu bb! Y desde ahí controlas todo: si tiene frío, calor, si necesita algo, si se destapa, si respira... Cuántas de vosotras habéis puesto el dedo debajo de la nariz porque estaba tan plácidamente dormido que no parecía vivo? 

Por favor, sigue tu instinto pero por si lo has perdido o no crees en todo lo que te cuento, no dejes de leer este artículo. 
http://www.bebesymas.com/desarrollo/los-bebes-deberian-dormir-en-la-cama-de-mama-al-menos-hasta-los-tres-anos

viernes, 17 de abril de 2015

¿Qué significa NO antes de los tres años?

¿Qué significa NO antes de los tres años? 

Los niños menores de 3 años no entienden la palabra “no” del modo en que la mayor parte de los padres piensan que lo hacen (y un entendimiento completo de lo que la palabra “no” significa no sucede mágicamente al cumplir 3 años, sino que conlleva un proceso). “NO” es un concepto abstracto que está en directa oposición a las necesidades de los niños pequeños en cuanto a exploración de su entorno y desarrollo de su sentido de la autonomía e iniciativa.
peques
Su hijo puede saber que usted no quiere que haga alguna cosa. Puede incluso saber que usted tendrá una reacción de enfado si lo hace. Pero en cualquier caso, no entiende porque, en la forma en que los adultos piensan que lo hace. ¿Por qué otro motivo miraría un niño a su padre antes de hacer algo que sabe que no debe hacer, sonreír, y hacerlo igualmente?
Alrededor de la edad de un año, los niños entran en la edad de “yo lo hago”. Es el momento en el que desarrolla sentido de la autonomía versus duda y culpa. De los dos a los 6 años se desarrolla el sentido de iniciativa versus culpa. Esto significa que es su “deber” en el plano del desarrollo, explorar y experimentar. ¿Puede usted imaginarse lo confuso que es para un niño ser castigado por algo que está programado para hacer? Se enfrentan con un dilema real (a nivel subconsciente): ¿obedezco a mi padre o a mi instinto biológico de desarrollar mi autonomía e iniciativa explorando y experimentando en mi mundo?

Que esto sean etapas del desarrollo no quiere decir que a un niño deba permitírsele hace cualquier cosa que se le ocurra. Pero explica porque cualquier método que intente ganar cooperación debe ser amable y firme al mismo tiempo, en lugar de controlador y punitivo. Este es un momento de la vida en que la personalidad de su hijo está en formación, y usted desea que su hijo sea capaz de tomar decisiones sobre si mismo y decir “soy competente, puedo hacer intentos y cometer errores y aprender, porque soy amado y soy una buena persona”. Si usted se siente tentado a enseñar a su hijo a través de la culpa, la vergüenza y el castigo, estará usted creando una situación de desanimo que será muy difícil de superar en la edad adulta.
Para ayudar a un niño pequeño a desarrollar autonomía en lugar de dudas y vergüenza, y para ayudar a un niño de 2 a 7 años a desarrollar iniciativa en lugar de culpa, intente alguno de los métodos descritos a continuación, que invitan a cooperar:
  1. Si usted está gritando, chillando o dando discursos, deténgase. Todos estos métodos son irrespetuosos y animan a la aparición de dudas, vergüenza y culpa en el futuro.
  2. En lugar de decirle a su hijo lo que tiene que hacer, encuentre maneras de involucrarle en la decisión, de modo que el o ella adquiera un sentido del propio poder y autonomía. ¿Qué nos toca hacer ahora? (para niños preverbales “ahora nosotros haremos….” mostrándole amable y firmemente lo que hacer, en vez de decírselo)
  3. Sea respetuoso cuando haga peticiones: no espere que un niño haga algo “ahora mismo” cuando esté usted interrumpiendo algo que el está haciendo. Pregunte:” ¿te vendría bien hacer…..en cinco o diez minutos?”Incluso aunque a usted le parezca que un niño pequeño no puede entender lo que usted está diciendo, usted está entrenándose a si mismo para ser respetuoso con el, dándole opciones y no órdenes. Otra opción que puede usted usar es la de dar aviso: en cinco minutos tenemos que marcharnos ¿Qué es lo último que quieres hacer?
  4. Lleve con usted un pequeño temporizador: permita que su hijo le ayude a programarlo para sonar en uno dos o cinco minutos, y déjele que lleve el temporizador con él de modo que pueda estar preparado cuando el tiempo se termina.
5. Déle una opción que requiera su colaboración: será el momento de irse cuando yo cuente hasta 20. ¿Quieres llevar mi bolso hasta el coche o prefieres llevar las llaves y ayudarme a abrirlo? O bien ¿Cuándo lleguemos a casa que haremos en primer lugar, poner la comida en la despensa o leer un cuento?
  1. Los niños preverbales pueden necesitar tan solo supervisión, distracción y reconducción: en otras palabras: menos hablar y mas acción. Con tranquilidad tome al niño de la mano y condúzcale a donde tiene-necesita ir.Muéstrele lo que si puede hacer en lugar de insistir en lo que no puede hacer.
  2. Utilice su sentido del humor: aquí viene el monstruo de las cosquillas para atacar a los niños que no escuchan. (PEB: Esto lo hago siempre!!!)
  3. Muéstrese empatico cuando su hijo llora o tiene una rabieta a causa de una frustración por su falta de habilidad. Empatía no significa rescate, significa comprensión. Déle a su hijo un abrazo y dígale: estas realmente triste ahora, yo se que tu quieres quedarte, pero es hora de irnos. Sostenga entonces a su hijo mientras llora, y déjele tener sus sentimientos antes de cambiar de actividad.
  4. Los niños son capaces de percibir cuando los padres estamos decididos a actuar y cuando no. No diga nada que no esté absolutamente seguro de llevar a cabo y sea capaz de decirlo de forma respetuosa. A continuación llévelo a cabo con dignidad y respeto, y usualmente sin palabras. De nuevo esto significa redirigir al niño enseñándole lo que si puede hacer en lugar de castigarle por hacer lo que no puede hacer.
  5. Establezca una rutina para cada acción que se repita a diario: levantarse, desayunar, ir de compras, acostarse…. Así puede usted preguntarle al niño: ¿Qué nos toca hacer ahora según el horario? Para niños mas pequeños la formula es: ahora nos toca hacer….
11. Entienda que puede ser necesario enseñarle a un niño la misma cosa una y otra vez antes de que haya madurado lo suficiente como para comprender. Sea paciente. Minimice sus palabras y maximice sus acciones.No se tome el comportamiento del niño como algo personal y evite pensar que su hijo quiere volverla loca, o que es malo o rebelde. Continúe siendo el adulto en cualquier situación y haga lo que sea imprescindible hacer sin sentimientos de culpa o lastima.
  1. Entienda que su actitud será la que determine si su relación con su hijo será un campo de batalla o una relación calida y firme en la que su hijo pueda explorar y desarrollarse dentro de unos limites apropiados.
Su trabajo a estas edades es pensar en sí mismo como en un entrenador y ayudar a su hijo a tener éxito y aprender cómo se hacen las cosas. También debe ser usted un observador, que trabaja en aprender quien es su hijo, una persona única. Nunca infravalore la habilidad de un niño pequeño, pero por otra parte, vigile cuidadosamente cuando introduzca nuevas oportunidades y actividades y aprenda a diferenciar aquello que le interesa a su hijo, lo que puede hacer, y lo que necesita su ayuda para aprender de usted.
La seguridad es un asunto importante a esta edad, y es tarea suya mantener a su hijo seguro sin permitir que sus miedos le desanimen. Por esta razón la supervisión es una herramienta fundamental de los padres, unida a la calidez y la firmeza, para reconducir o enseñar a su hijo. Por ejemplo, los padres pueden enseñar a un niño de dos años que no debe cruzar la calle, pero no pueden aun permitirle jugar cerca de una carretera sin supervisión, por que saben que no pueden esperar de el que sea capaz de asumir por si mismo la responsabilidad de no hacer aquello que sabe que no debe hacer. Y ¿Por qué estos mismos padres esperan que su hijo entienda perfectamente cuando ellos dicen NO?
Conocí a una madre que se preguntaba porque se habría metido ella en el negocio de ser madre. Daba la impresión de que tanto ella como su hijo estaban fuera de control. A ella no le gustaba que él no le hiciera caso, y tampoco le gustaba estar chillando todo el día y utilizando métodos punitivos ineficaces.
Acudió a una escuela de padres, centrada en padres de niños en edad preescolar. Allí aprendió cual era el comportamiento adecuado para niños de la edad del suyo. Cuando cambiaron sus expectativas sobre el niño perfecto que obedece cada una de sus órdenes, comenzó a disfrutar con la experimentación de su hijo con su iniciativa y su autonomía. En lugar de tratar de controlarlo, comenzó a guiarlo fuera de sus comportamientos inadecuados, mostrándole cosas que si podía hacer.
Se mostró sorprendida de cuanto se calmaba su hijo, cuando ella se calmaba. Los episodios de frustración ocurrían cada vez con menor frecuencia y eran resueltos con mayor rapidez, gracias a sus nuevos conocimientos.
Cuando uno comprende que los niños realmente NO ENTIENDEN la palabra NO del modo que pensamos que deben hacerlo, empieza a tener sentido utilizar la distracción, reconducción o cualquier método respetuoso de disciplina positiva. 
UNA ACTIVIDAD:
La siguiente demostración le mostrará el desarrollo intelectual, y puede ayudar a los padres a comprender porque los niños no entienden algunos conceptos como la palabra NO. (CAPACIDAD DE ABSTRACCION)
1. Fabrique dos bolas de barro del mismo tamaño, y muéstreselas a un niño de menos de 3 años. Haga ajustes poniendo o quitando barro hasta que el niño esté de acuerdo en que son del mismo tamaño. En ese momento, y en presencia del niño aplaste una de las bolas. Pregúntele si siguen siendo del mismo tamaño. El niño le dirá que no, y le dirá cual piensa que es de mayor tamaño. Un niño de cinco años será capaz de decirle que son del mismo tamaño y porque.
2. Llene dos vasos de agua iguales, hasta la misma altura. Haga los ajustes necesarios hasta que el niño esté de acuerdo en que tienen la misma agua. Luego vierta el contenido de uno de los vasos en otro vaso largo y estrecho, y el del otro vaso en un vaso ancho y bajo. Pregúntele al niño si siguen teniendo la misma cantidad de agua. Le responderá que no, y le dirá cual tiene mas agua. Un niño de 5 años, le dirá que si, y le explicara la razón.

Fuente: http://www.paraelbebe.net/por-que-los-ninos-no-entienden-el-no/

domingo, 12 de abril de 2015

La silla de pensar no es un buen método

Los niños experimentan buscando, haciendo cosas y preguntando y preguntándose hasta donde pueden llegar. Ellos no conocen los límites, somos los adultos quienes tenemos que marcar las pautas de lo que sí está bien o lo que no lo está. Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Cuál es el mejor método para conseguir el principal objetivo, es decir, que distingan lo bueno de lo malo? Los pedagogos llevan años discutiendo teorías mientras los niños siguen haciendo siempre lo mismo: investigar. Da igual la cultura, la clase social, la raza, el lugar, el tiempo, ellos siempre intentarán subirse a esa ventana, coger el juguete de otro niño, aquello que un adulto usa con punta.
¿Cuáles son las mejores maneras de enseñar a los niños aquello que está bien y aquello que está mal? Semanas atrás hemos visto que los gritos, los castigos físicos, sólo consiguen crear rabia y desencuentro, además de conseguir que el niño actúe por miedo y no porque verdaderamente haya aprendido qué es bueno y qué es malo. Hace tiempo se puso de moda la llamada «silla de pensar» consistente en castigar a un niño que ha hecho algo mal a sentarse en una silla durante un rato a pensar sobre lo que ha hecho. Hemos querido hablar con Deheni Rubio, psicopedagoga de la Pedagogía Blanca y autora de www.mimamadice.com
 


—¿En qué consiste la famosa «silla de pensar» aplicada a los niños?
Desde hace unos años, la silla de pensar, el tiempo fuera o el time out se volvieron recursos sugeridos y utilizados por las escuelas y padres de familia. En su momento causó un gran revuelo la posibilidad de «ofrecer un momento para pensar a los chicos que han hecho algo mal» y, como otras muchas prácticas novedosas, también se concluyó que la técnica, lejos de ofrecer un momento de reflexión, no deja de ser una práctica conductista (que condiciona a un comportamiento esperado) que se enfoca a la obediencia, aportando poco a la autoestima infantil y al esperado pensamiento reflexivo de las conductas realizadas.
—Es un castigo disfrazado…
En su momento se presentó como una alternativa para la autorregulación infantil, siendo en pocas palabras un castigo disfrazado de «buena voluntad». Ahora sabemos que el empleo de los castigos, lejos de ser beneficiosos para la educación, impone un modelo de crianza basado en el poder. Es preciso considerar si queremos criar a nuestros hijos a partir de este principio o bien si queremos propiciar en ellos la posibilidad de la reflexión y la (re) solución de problemas.
—¿Qué implica la silla de pensar?
La silla de pensar se utiliza cuando se considera que el niño no ha tenido una conducta adecuada y ha reaccionado ante determinada situación, invitándolo a «reflexionar» en la silla por unos minutos (se sugiere un determinado tiempo, según la edad). El niño debe estar solo y regresar cuando se haya calmado.
—¿Y qué se supone que pasa cuando el niño está «pensando» en su silla?
En realidad cuando el niño está en la silla, está aislado, enojado y frustrado. Ha reaccionado ante una situación que no ha podido resolver verbalmente, por tanto ha reaccionado impulsivamente. Como cualquier otro humano, cuando estamos enojados y respondemos ante determinada situación, a menudo no nos detenemos a pensar si es adecuado o no lo que dijimos/hicimos.
Al estar obligados a «un momento de pensar» seguimos enojados y probablemente un poco más que antes, siendo este un momento para acrecentar los sentimientos y por el contrario a lo que se piensa no invita a la reflexión de la conducta realizada. Él está sentado en la silla mientras los demás esperan a que ÉL sea quién arregle las cosas a partir del aislamiento y el supuesto momento de pensamiento/reflexión que se espera llegue solamente por estar en la silla sin brindarle acompañamiento emocional y físico.
-Entonces…¿no funciona?
-Rotundamente no.
¿Por qué no utilizar la silla de pensar?
Transmitimos el mensaje de que solo se piensa cuando hemos hecho algo mal y que solo debemos pensar nuestros actos cuando nos enfadamos. Enviar a nuestros hijos a la silla no brinda la oportunidad de reparar la conducta realizada y subsanar el hecho «lo tiro, lo puedo levantar», «te pego, te puedo sobar», «te lo quité, lo podemos negociar», «te grité, lo podemos hablar».
Este tipo de técnicas causan sensación de abandono en el niño, de rebeldía, disminuye las posibilidades de diálogo y negociación, entre pares y sobre todas las cosas con los padres. Se cree que los niños por ser pequeños no comprenden los mensajes adultos, cuanta sorpresa nos podemos llevar si prestamos atención a las actitudes de ellos ¿Has visto cómo te imita? ¿Cómo cuando juega manda a sus muñecos a la silla de pensar? Si es así, tienes la respuesta en tus manos. Estamos hablando de criar de forma respetuosa, de aplicar la Pedagogía Blanca, donde realicemos una verdadera reflexión de nosotros como adultos, al ser empáticos con las acciones de los niños, de compartir las vivencias y situaciones cotidianas en un ambiente libre de gritos, golpes y castigos.
—¿Cómo resolver problemas pensando y sin silla?
Esta es una acción de compromiso por parte de los padres que desean educar niños que de verdad sean reflexivos, pensantes y empáticos ante las problemáticas familiares y sociales. Analiza: los momentos en los que has utilizado la silla de pensar, reflexiona ante estas situaciones y piensa ¿podría haberlo evitado? ¿Podría modificar esa situación para que no se presente nuevamente? Considera: ¿crees que puedes negociar diez minutos más de juego antes de bañarse o dar opciones ante situaciones que pueden causar enfado?
Por ejemplo, diciéndole al niño: «puedes llevar solo juguetes que quepan en tu bolsa, los grandes no caben, veamos cuáles sí» Mostremos respeto ante sus decisiones, el niño —como cualquier otra persona— quiere sentir control sobre sus decisiones.
Negociemos juntos que sí y que no, esto lo conseguiremos estableciendo límites claros y reales en casa, no modificarlos y siendo constantes. Si bien hay cosas que no podemos negociar, hay muchas otras a las que podemos ofrecerles alternativas.
¿Qué hacer para resolver estos conflictos con los niños? Estamos hablando de tres, cuatro, cinco años…
Si queremos que nuestro hijo aprenda a resolver los conflictos en la vida adulta, que aprenda a manejar el estrés en un empleo o a negociar con otras personas, este es el momento de modificar nuestras actitudes como padres, podemos/debemos aportar seguridad, incrementar el vínculo madre-hijo, autoestima, brindar opciones de negociación, resolución de problemas y abrir canales de comunicación.
Trata de solucionar juntos el problema ¿ha tirado la comida? No le gusta lo que le has servido busca hacer una negociación «puedes comerte solo la mitad y después levantamos juntos lo que has tirado» cuando son pequeños muchos de los enojos surgen a partir de la frustración de no poder expresar o realizar algo en particular, en este caso podemos decir ¿te ayudo a alcanzarlo? ¿quieres que te muestre como hacerlo?
—¿Y si quiere estar solo?
—Si quiere estar solo, también es válido, concédele ese momento, sin hacer alarde de «estás solo porque te has portado mal», no se relaciona querer tener un momento en silencio con soledad o castigo. Como todo proceso, requiere de un tiempo, estamos hablando de cambiar nuestro propio esquema de aprendizaje y educación previa. Requeriremos hacer de esto un hábito para poder ver los resultados, mientras tanto y en lo que llegamos a esto podemos emplear las siguientes estrategias para no caer en la tentación de la silla de pensar.

Algunos consejos cuando se presente el conflicto

martes, 7 de abril de 2015

Mamá,papá: !no me ignoréis!


Creo que sentirse ignorado es de las peores sensaciones que se pueden experimentar.


Cuando alguien te ignora, es como si te despreciara, como si no tuvieras importancia, como si lo que te preocupa o lo que expresas, fuera insignificante.
Hoy en día, a muchas familias se les recomienda erróneamente, ignorar a los hijos cuando estos están en un momento emocional intenso o cuando no se les quiere dar a lo que sienten, dicen o hacen, nada de relevancia.
Utilizar este tipo de "técnicas" con tus hijos les aportará dos efectos claros: aumento de su malestar y separación cada vez más evidente entre vosotros.
Te propongo un ejercicio empático:
  • Imagina que has presentado en el trabajo, por fin, ese proyecto tan importante a tu equipo directivo. Llevas meses preparándolo y piensas que, esta vez, te van a ascender. A pesar de tus esfuerzos, no les parece lo suficientemente bueno pero el de tu compañero sí. Llegas a casa desesperanzada/o, aturdida/o y con ganas de echar a llorar. Encuentras a tu pareja haciendo la cena y, explotas, lloras, dices como te sientes y necesitas un abrazo. Sin embargo él/ella, te mira, te dice que no es para tanto y sigue haciendo como si no pasara nada, como si no fuera paratanto....¿ Cómo te sentirías?.
  • Imagina que tu hijo, por fin, ha presentado ese trabajo en power point que llevabasemanas preparando. Hoy, en el colegio, no le ha ido bien, a los profesores les ha parecido mucho mejor el del compañero que lo presentaba el mismo día. Llega a casa aturdido, triste, con ganas de llorar. Tú, preparas la merienda y le dices que no pasa nada, que si su amigo lo ha hecho mejor, pues otra vez será. Y sigues con lo tuyo...¿ qué sensación tendría?.
  • Esta vez estás enfadada/o con la vida porque no puedes comprarte todo lo que quisieras. Tu amiga, se ha comprado ese abrigo que tanto te gusta, pero 100 euros son imposibles en este momento, y menos para gastarlos en un abrigo ( que además, no te hace ni falta). Os sentáis en el parque y lloras, te enrabias, te quejas del asco de economia que tenéis en casa que no te permite tener ni un solo capricho. Tu pareja te mira, y se va con los niños a jugar, sin articular palabra. Te sientes fatal, ¿ verdad?, unas palabritas de apoyo no vendrían mal, un abrazo de ánimo vendría aún mejor, ¿ no es así?.
  • Tu hija está enfadada. A Rosa su madre le ha comprado esa bici tan molona que además, tiene luces. Vosotros no podéis comprársela y le explicáis porqué. Aún así, ella llora, se enrabia, se tira al suelo, está muy afectada. Decidís no hacerle caso, ir caminando hacia el parque y hacer como si nada. ¡Qué exagerada, pensáis, sólo es una bici y tiene de todo!. A tu hija también le vendría bien unabrazo, unas palabras de consuelo, porque esa bici....es tu abrigo.
  • Habéis quedado para comer en un restaurante con tus cuñados, pero te gustaría antes pasar a ver a tu madre porque hace días que no ve a los niños. Tu pareja se niega, vais a llegar tarde y no puede ser, iréis luego. Tú lo entiendes, eresconsciente de que tiene razón, pero aún así, te enfadas, dices cosas que nodebérias decir y sigues con lo mismo. Tu compañero/a mira para delante, se calla, se limita a ir al restaurante sin pronunciar palabra....Quizás no pretendías que te diera un beso por lo que has dicho, pero que al menos te hablara, te ayudara a recapacitar, y sintieras que está ahí, pase lo que pase, ¿ sería perfecto, a qué sí?.
  • Habéis quedado para comer en un restaurante con tus cuñados, pero a tu hijo le gustaría pasar por el parque primero porque además, hace días que no vais. Osnegáis, no llegaréis a tiempo. Él se enfada, se irrita y dice cosas inapropiadas (bajo vuestro punto de vista). Vosotros miráis para adelante como si no fuera nadie, como si oyérais lluvia en vez de a vuestro hijo. ¿ Cómo debé sentirse?.
ignorar 7

Ignorar a una persona es de las cosas más ruines que se pueden hacer. Si has experimentado algo así en tu vida adulta ya sabes que no es nada agradable.
Algunas de las consecuencias que tiene para los hijos son:
  • Falta de autoestima: cuando son ignorados, integran que no son nadie, que lo que sienten no es relevante; y así crecen, con esta sensación de "no ser importantes para nadie".
  • Poca capacidad de empatía: si sus mismos padres no les muestran apoyo cuando lo necesitan, es imposible que ellos puedan generar este valor. Porque ni tan siquiera lo experimentan en su propia piel. Si sus seres más queridos no son empáticos con ellos, ¿ cómo van a serlo con los demás?.
  • Problemas para conocer y expresar sus emociones: si no pueden expresarse en libertad, va a ser difícil que sepan reconocer qué sienten en cada momento y cómo expresarlo. No sólo en su infancia, sino también en su adolescencia y en su vida adulta.
  • Desconfianza y alejamiento: lógicamente, si cuando alguien más te necesita, tú estás más frío y tirante...la relación se distancia y poco a poco se pierde el vínculo y la confianza. Es curioso como hay adultos a los que les duele el irse distanciando progresivamente de algunos amigos por este motivo, y no se dan cuenta de que con este tipo de actitudes con los hijos, de los que te separas es de éstos.

Tus hijos te necesitan, necesitan tu escucha, tu apoyo, tu comprensión, tu risa, tu abrazo, tu cariño, tus besos, tu diálogo, tu compañía, tu mirada, tu palmada en la espalda...te necesitan a TI.

Cada vez que vayas a ignorar a tu hijo, aunque esté en un momento emocional intenso o enfadado, recuérdate a ti mismo lo que supone para él: soledad y tristeza.
Confío en que vas a ponerlo todo de tu parte para mejorar cada vez más y tener así una relación basada en el amor y el respeto con tus hijos.
Un abrazo y ya sabes, si te ha gustado...comparte por favor :)
Fuente: http://www.edurespeta.com/mamapapa-no-me-ignoreis/#

Porqué me sientan??

fuente http://threelittletreesclothing.blogspot.com.au/
fuente http://threelittletreesclothing.blogspot.com.au/
Nunca me gustó la idea de sentar precozmente a los niños. En un inicio las razones eran más relacionadas con lo músculoesquelético, evitar el estrés en las articulaciones en formación, principalmente columna y caderas… Hoy sigo evitando poner a mi pequeño en posiciones que no logra por sí mismo, pero las razones van mucho más allá de lo meramente físico, hoy las razones tienen que ver con el desarrollo emocional y cognitivo, con la nutrición sensorial y la formación de un ser de acción. Vamos desgranando el choclo. 
fuente autobiografia.blogspot.com
fuente autobiografia.blogspot.com
Sentar prematuramente a los bebés es una práctica muy frecuente en nuestra sociedad. Ya en los años 50, la pediatra Emmi Pikler describía lo extraño que le parecía esta práctica tan usual y cómo esos bebés, que eran sentados prematuramente, mostraban un desarrollo postural tan distinto a los niños que se mueven en libertad. Ella planteaba que los pequeños se mostraban tensos y más rígidos, “como si se hubieran tragado un palo de escoba”, una tensión muscular absolutamente esperable para el desbalance que significa ser puesto en una posición vertical, cuando aún no se ha trabajado la musculatura anti gravitatoria en planos horizontales (pasar harto tiempo de guatita cuando ya logra girar). De esa manera, cuando a un niño se le impone una postura que aún no logra por sí solo, también se le impone la exigencia y se le marca un ritmo.
Hace un par de años, cuando presentaba el enfoque Moverse en Libertad en una audiencia de estudiantes, kinesiólogos y educadoras partí preguntando: “¿A qué edad se sientan los niños por primera vez?”. Todos comenzaron a hacer predicciones. Algunos dijeron 6 meses, otros propusieron entre los 4 y 5 meses… y otros dijeron 8 meses. Lo consistente fue que no había consenso al respecto. Y es que si partimos por el principio, tendríamos que analizar si todos entendemos lo mismo por “se sienta por primera vez”.
No es extraño que nos preguntemos qué es “sentarnos”, porque da la sensación que en el mundo infantil hay diferencias significativas entre “permanecer sentado” y “sentarse”, me explico: que un niño permanezca sentado, para algunos, quiere decir que es puesto por un adulto en esta postura y, dado que ha sido expuesto muchas veces a ese desequilibrio, ha logrado sortear el desbalance y mantenerse en la posición. No obstante, si este pequeño se cae o resbala, no puede volver a esa postura por sí mismo. Desde un punto de vista distinto, sentarse es una postura que el niño construye a partir de otras posturas de transición y movimientos, no requiere ejercicios ni entrenamientos. Observando su movimiento espontáneo, un bebé se sienta solo después de girar hacia ambos lados, después de arrastrarse y pivotear; en general, se sentará solo cuando comience a gatear y, tomando como referencia los estudios de Emmi Pikler, eso es algo que suele suceder alrededor de los 9 meses…sí, 9 meses.
DSC02478En consecuencia de lo anterior, comprenderemos que no sentar a un niño hasta que lo haga por sí sólo determina que los adultos debemos acompañar esos 9 meses y, dada la costumbre instalada, convencer al resto de los adultos que en realidad el hecho de que no permanezca sentado no es un signo de alarma de un retraso del desarrollo psicomotor. Desde mi experiencia profesional y personal quiero ser enfática, puesto que pienso que un niño que no es sentado precozmente y es expuesto a un ambiente estimulante y seguro de exploración, es un niño que desarrollará el desplazamiento mucho antes. Cuando un pequeño de 6 meses descubre los giros y descubre que si gira más de una vez puede alcanzar ese objeto que le llama la atención, comenzará a desplazarse. Eso significa que no debe esperar a gatear o caminar para lograr metas más altas, para llegar a lo que se propone, para sentirse seguro en su cuerpo y a la vez, sentir que es cuerpo activo en el espacio. En consecuencia, sus relaciones espaciales son más ricas, comienza a relacionarse con limites y se convierte en un explorador activo del ambiente.
fuente es.123rf.com
fuente es.123rf.com
Cuando un niño es sentado precozmente* y es “puesto a jugar” en esta postura lo más probable es que necesite asistencia constante para tomar y explorar los distintos objetos que los adultos le proponen. De esta manera, necesitará asistencia para obtenerlos y volverlos a tomar si se le caen. Así, llantos o distintos llamados pueden ser una constante al reaccionar a lo que sucede en su entorno. Un niño que explora en el suelo con las posturas y movimientos que domina, no necesita de esta asistencia constante, es capaz de conseguir lo que se propone utilizando su cuerpo, o es lo suficientemente flexible para cambiar el objeto de interés por otra cosa que esté en su camino. Ésta es una de las razones que llevaron a Emmi Pikler a titular uno de sus libros como “Bebés tranquilos, madres satisfechas” (“Peaceful babies, contented mothers”) puesto que los bebés autónomos no necesitan constantemente al adulto y los adultos pueden desarrollar otras actividades, sin sentir que están descuidando a sus hijos.
Por otra parte, si un niño sentado precozmente, sus piernas no se activan y se transforman en un soporte de la postura. Las piernas de un niño que se mueve en libertad son activas, móviles y flexibles, son parte de los giros e importantes motores del arrastre. En consecuencia, esos pequeños cerebros también tienen toda el área de recepción de información sensorial -proveniente de músculos, piel, articulaciones- en constante activación, el mapa del cuerpo es más nutrido y, por consiguiente, más complejo y completo.
fuente www.waldorftoday.com
fuente www.waldorftoday.com
Y así, podríamos continuar con muchas más razones sobre por que debiéramos evitar la práctica social de sentar prematuramente a nuestros más pequeños. Quizás la última es pensar cuanto tiempo pasará ese pequeño sentado durante su vida… lo más probable es que, como la mayoría de nosotros, pase gran parte de esta en esa posición, por lo tanto, ¿qué tanto apuro tenemos? Mejor regalémosle el espacio para nuevas exploraciones… ¡y qué mejor que esos meses para descubrir activo el mundo que nos rodea!
No dejes de ver este vídeo: http://familiasenruta.com/fnr-crianza/crianza-viajera/emmi-pikler/
Fuente: http://moverseenlibertad.cl/?p=597